Los residuos sólidos que se encuentran en un hogar promedio, están compuestos por una mezcla de: plásticos, textiles, metales, aluminio, papel, cartón, vidrio y residuos orgánicos (cáscaras de fruta, residuos de comida, etc.). En general, se considera que un tercio del peso total y la mitad del volumen de todos estos sobrantes está constituido por materiales de empaque, y de este último rubro, aproximadamente 20% corresponde a plásticos, los cuales tienen un ciclo de vida muy corto, y esto provoca que una gran cantidad de energía, así como los materiales no renovables utilizados en su producción, se pierdan si estos componentes no son recuperados oportunamente, también causa un deterioro del paisaje y una fuerte producción de metano, más nocivo que el dióxido de carbono
Pero además, cuando estos plásticos se envían a un relleno sanitario, se corre el riesgo de que contaminen no sólo el suelo sino el agua presente debajo de la base del relleno sanitario, misma que frecuentemente constituye una fuente de agua pura.
Los plásticos, cuando no son desechados adecuadamente, pueden causar la muerte de algunos animales que los confunden con comida, como ha ocurrido con las tortugas marinas, y también puede suceder que se quedan atrapados en ellos, como es el caso de algunas aves que se enredan en los arillos de plástico usados para empacar latas de aluminio.
Por ello, el depósito de plásticos en los vertederos está siendo eliminado, se está reflexionando sobre la recuperación, es decir, en RECICLAR EL PLÁSTICO.
Por cada kg de plástico reciclado el ahorro es de 1,5kg en emisiones de CO2.
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